Todos los niños desgraciadamente no pueden ir al colegio, algo que a nosotros nos parece tan habitual y nos es una rutina.
Nuestro profesor nos puso varios vídeos de niños que arriesgan su vida para poder dar unas horas de clase, no en un colegio como el nuestro ni mucho menos.
Todos los días caminan muchos kilómetros o se tiran de una cuerda sobre un barranco para poder llegar a la otra orilla de un río y así asistir al colegio.
Cuando ves estas cosas, al menos en mi opinión, es cuando realmente nos damos cuenta de la gran suerte que hemos tenido al nacer en un país desarrollado, de tener una familia y de poder ir al colegio sin ninguna dificultad.
A veces no valoramos todo lo que tenemos.
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